En busca del equilibrio en el sentido del olfato

Los masajes con aromaterapia combinan la agradable y relajante energía del contacto físico con otro sentido muy poderoso, el del olfato. Estos dos estímulos restablecen la armonía del cuerpo y la mente. Existe una estrecha relación entre el estado de ánimo y el cuerpo. De la misma manera en que un dolor de cabeza puede provocar malhumor, cualquier otro malestar orgánico tiende a repercutir en el comportamiento. Por otra parte, los sentimientos negativos como el enojo o la furia son factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Un masaje con aceites puede ser una experiencia terapéutica que produzca una influencia positiva en quien lo reciba. Para que la combinación del tacto y el sentido del olfato actúe en el cerebro y en el cuerpo a la vez, se utilizan técnicas neuromusculares para alcanzar los meridianos, que son, según la medicina oriental, los puntos del cuerpo por los cuales fluye la energía vital.

Referencias del sistema olfativo

El aire que contiene las moléculas con el perfume atraviesa la nariz, ingresando hasta el epitelio olfatorio. Las moléculas con el perfume son atrapadas por los receptores del sistema olfativo llamado cilias. Cada célula quimiorreceptora tiene dos prolongaciones, una que aflora en la superficie de la mucosa nasal y otra en la base del epitelio, que va por detrás y conecta con las fibras nerviosas. Los impulsos nerviosos viajan por dichas fibras y atraviesan el hueso etmoides hasta llegar al paladar y a la cavidad craneal. Comienza la interpretación del aroma. Los estímulos sensoriales se asocian con comportamientos emocionales. Por más información visite Plantas medicinales.

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